ESTOY CANSADO AHORA...


Cansado digo? Un esguince cerebral es lo que tengo!! Anda que no es complicado fabricar esto!!.Si algun dia me recupero veremos si escribo algo.

jueves, 5 de agosto de 2010

INODORO.

Saludos amigas y amigos (Orden alfabetico, no es discriminacion +)
Como suelo hacer recurro a un texto ajeno para ocupar espacio en mi blog... Ya adverti desde el principio de que yo no escribia.

Tanto en este caso como en los demas, es un texto interesante y que pienso que hay que difundir y dar a conocer. Si un texto lo merece, no creo correcto darle preferencia a los mios propios.

Es un articulo ameno y divertido... Pero tambien muy digno de tener en cuenta y reflexionar sobre el:

Pido disculpas a las personas muy sensibles por el lenguaje "profano" que utilizo en este ensayo; pero es el que explica y da a entender mejor este tema. Desde hace muchos años he estado con el deseo reprimido de escribir este ensayo; múltiples burlas, comentarios tontos o la simple incomprensiòn, ha evitado que esto salga a luz. Finalmente, a solicitud de muchos amigos, alumnos y personas que respeto y quiero, me atrevo a lanzar esta Teoría.
Para el alivio de quienes no saben o no quieren admitir que existen los desechos mentales; y que necesitamos descargarlos en un inodoro mental. Dedicado a aquellas personas escépticas que niegan la existencia ese importante acto de humildad y contrición que liberaría al mundo de tanta inmundicia mental que cae sobre personas inocentes. LA TEORÍA DEL INODORO se basa en el reconocimiento de que, así como existe el desecho fisiológico por la vía renal, intestinal y epitelial, también existen desechos mentales, que demandan de su manejo higiénico.

Toda persona a temprana edad, es entrenada para que haga pipí y popó en el lugar adecuado; si luego de que pasa algún tiempo y no ha aprendido a que lo haga, se le lleva al médico o psiquiatra para que vea que hay de malo en el patojo. Sin embargo, en materia de desechos mentales, se puede pasar toda una vida sin haber tenido nunca un entrenamiento para su manejo; porque casi nadie sabe que existen. Y se vive en una verdadera cloaca mental, como es en muchas partes del mundo de hoy. El desecho mental, así como el desecho orgánico, es toda aquella idea o pensamiento que ha dejado de ser útil; que estorba, que bloquea el normal funcionamiento de la mente; que produce síntomas, malestar, la persona se siente intoxicada; o las personas sienten que está reteniendo mentalmente "alguna basura o algún desecho".

Allí, cuando la persona tiene mal carácter, repite amarguras; que no puede dejar de pensar en ideas obsoletas, en el pasado difícil; que contamina el ambiente con sus sentimientos negativos; que en el lenguaje profano "está lleno de mierda". Esta persona es la que no se ha podido liberar de un cúmulo de ideas que ya no le son parte de su vida; pero las retiene; y esto, la enferma mentalmente, y afecta su relación con los demás. La Teoría del Inodoro, puede ser la continuación de la teoría de la fijación anal de Freud; en que la represión produce síntomas, que demanda de la liberación como proceso de cura.

La persona puede tener una cantidad de desechos mentales difíciles de imaginar sin un proceso analítico; pero que no resulta difícil de comprender, cuando estos alteran notoriamente su vida cotidiana. El problema más serio es la carencia de entrenamiento social para la liberación del desecho mental. Cuando la persona libera su cólera, su amargura o sus conflictos contra personas inocentes o en lugares inadecuados; en los estadios, las calles, en la Huelga de Dolores, en los carnavales, fiestas o en la intimidad.

Cuando un esposo encolerizado en el trabajo por sus jefes, se desahoga contra su esposa o hijos; cuando un empleado trata mal a los clientes, cuando ha recibido un regaño de sus superiores; o un catedrático que llega a dar clases molesto por sus problemas familiares y maltrata a sus alumnos.

En el mundo del crimen no es raro que personas encolerizadas por otras personas, entren a restaurantes, escuelas, embajadas o edificios y ametrallen a decenas de personas; detonen bombas para volar edificios, que luego son llamados terroristas; o los fanáticos del deporte que desahogan en los estadios sus cóleras reprimidas; los que no van a ver un espectáculo deportivo, sino buscan un ambiente de conductas poco controladas para liberar su "mierda", como los hooligans o barras bravas. Para ellos las calles o los estadios son su gran inodoro. Seguramente Hitler, Stalin, Jack "el destripador", Pol Pot de los Khrmer Rojos de Cambodia o todos los asesinos en serie, necesitaban o necesitan la terapia del Inodoro.
Se puede vincular sin temor a equivocación de que bastantes casos de violencia doméstica o de género se pueden relacionar con desahogos incontrolados de cólera en contra de personas débiles que no se pueden defender. A quienes una persona iracunda ve a la mujer, al marido o a los niños con "cara de inodoro para cagarse en ellos". Toda persona que no tiene un proceso de descarga controlada de los desechos mentales, se puede considerar como un riesgo social; en lo que prácticamente entra la mayoría de la población; que no dispone de espacios o de oportunidades de desahogo en intimidad y sin hacer daños a los demás. Esto podría aclarar algunos crímenes aparentemente absurdos. Muchos episodios dramáticos de la historia, de genocidio, masacres, guerras, exterminios o de violencia, pueden re escribirse bajo esta perspectiva. En que no han sido solamente casos políticos o ideológicos; sino de personas que tomaron a la humanidad, a pueblos, a razas, a culturas como los grupos humanos para liberar los desechos mentales de unos cuantos locos.

Las personas llenas de odio, amargura, los que se prestan a la tortura, al crimen sádico, al hostigamiento de grupos raciales, sexuales, religiosos o que son "ecópatas" o personas que sin ninguna razón aparente agreden al medio ambiente. Las personas que por su boca sale el desecho mental en forma de insultos, comentarios denigrantes en contra de cualquier persona o situación. Para quienes todo es una "mierda" y que todo les cae mal. Estas personas necesitan pasar urgentemente por el proceso terapéutico del inodoro.

La "Terapia del Inodoro" es entonces, el procedimiento preventivo o curativo de entrenar a la persona a que identifique en primer lugar sus desechos mentales; que tenga conciencia de que su vida cotidiana puede estar contaminada por descargas involuntarias y ofensivas de ira, o amargura. Que sepa dominar el impulso de la descarga, hasta que encuentre un espacio o una oportunidad privada para liberar la tensión emocional reprimida, sin ofender ni dañar.

Dependiendo de la gravedad de la situación, la "Terapia del Inodoro" puede ser un proceso breve de una sesión; en que la persona se da cuenta de su problema, identifica sus desechos y busca el lugar para descargarlos. Otros en cambio, pueden necesitar de un largo proceso de control de daños. De identificar las fuentes de su malestar; si la ecología en la que vive es la que genera el desecho; si es alguna relación familiar, laboral, o escolar la conflictiva. Si no tiene conciencia de porqué siempre está lleno de "mierda". Si su problema le ha llevado a ocasionar daños severos a otros. Si la agresividad o el odio no tiene causa explicable; si algún evento traumático es el que le sigue produciendo su cuadro de intoxicación mental.

La persona tendría que pasar por los análisis necesarios de darse cuenta; para luego aprender a manejar su situación. Más adelante, entraría a diseñar un proceso de descarga periódica de desechos mentales de manera segura.

En una ocasión (1989), un joven pandillero "marero", con varios ingresos a la cárcel, consumidor de cocaína, homicida y con tatuajes; me confesó textualmente lo siguiente (respeto sus palabras originales): "vea licenciado, yo soy una mierda, pero ¿quiere saber la verdad?, mis viejos se cagaron (**) en mi desde que me acuerdo; mírelos, ahora ellos se limpiaron el culo, no apestan, tienen su vida "normal", su negocito, dicen que no saben lo que me pasa, se hacen las bestias; pero luego del tiempo,... el que sigue apestoso soy yo; ....... después de la gran cagada que se dieron en mí". La "(**) cagada" a la que se refiere el joven es en el abandono, falta de afecto, la violencia, abuso sexual, maltrato físico y verbal que sufrió en su niñez por parte de sus padres, la sociedad y el entorno en general donde vivió.

De este duro testimonio me llevó a la reflexión de esta Teoría; de cuanta persona ha descargado sus desechos mentales, sin saberlo, tal vez sin quererlo, sin deseo de ofender, pero que ha dejado profundas secuelas en otras personas, sobre todo en los niños y niñas abusadas, violadas y maltratadas a temprana edad, cuando no se podían defender de la "mierda" que les caía de los mayores.

A nivel social, es recomendable que dentro de los procesos de higiene física y mental, se diseñen espacios en los hogares, escuelas, puestos de trabajo y lugares públicos, para que la persona, al estar consciente de una inminente descarga de desechos mentales, se dirija a estos lugares para evitar daños innecesarios. Toda casa tiene servicios sanitarios, pero casi ninguna un espacio para meditar, rezar, tranquilizarse, descargar la cólera, llorar, suspirar o reflexionar. Unos buscan la iglesia, el confesionario, los bares o la calle para desahogarse. Otros al no saberlo, descargan su desecho mental de manera descontrolada, y producen daños serios a las personas.

Los arquitectos y urbanistas deberían contemplar en el diseño de ambientes más humanos para la higiene mental, partiendo del reconocimiento de que el desecho mental existe; y que se necesitan los espacios adecuados para liberarlos. Así como de la cultura de la higiene mental para su uso. Se puede reír de la Teoría del Inodoro, pero no la puede ignorar; va muy en serio. Cuide su higiene, prevéngase de la diarrea y el estreñimiento mental. Por favor jale la palanquita.... Gracias.

Unos hogares, oficinas, centros de trabajo, calles, estadios, colegios o autobuses parecen campos con minas fecales listas para estallar ante la menor provocación, una palabra, bocinazo, mirada, tener un celular o movimiento en falso es suficiente para que algún sujeto lleno de mierda, lo haga mierda a uno. Las noticias traen con frecuencia titulares con las palabras tiroteos, vandalismo, agresiones, etc., que tienen como común denominador un componente emocional de resentimiento, odio, o mierda mental (mm), asociado a otros componentes racionales como problemas económicos, abusos o provocación.

Casos de personas que matan a sus padres, compañeros de trabajo, estudio y maestros de colegio, se están volviendo demasiado comunes en todo el mundo. Las masacres en colegios, universidades, centros laborares bajo tensión como las oficinas de correo, restaurantes de comida rápida tienen el potencial de convertirse en inodoros mentales para que unos descarguen toda su frustración en forma de balas. En los colegios varios actos de bullying que se inician con un simple “me cae mal”, terminan en masacres como en Columbine, hace 10 años, el Virginia Tech, hasta Azerbaiyán.

La lista es demasiado larga en todo el mundo; donde la m. que traen de la casa o el medio social es descargada sobre los que no se pueden defender o son designados inodoros o mierda de la clase. Las aristocracias estudiantiles de las bonitas, populares, los cara chiiisshh, de apellido, con dinero, “la caquerada”, ropa fina, atléticos o machos, son capaces de actuar con crueldad insólita contra otros grupos marginales como Emos, góticos, feos, destrabados, nerds, flacos o gordos. La envidia y arrogancia de unos sobre otros es un detonante de riesgo a la violencia escolar.

Unos agraviados le dan salida a su humillación por medio de las armas. En el hogar, la violencia doméstica sigue sumando víctimas en las personas que no pueden evitar ser la cloaca de la m del macho en contra de la mujer y los niños; o de la mujer frustrada contra sus hijos.

Se dan situaciones en que el ambiente familiar es tan tóxico y saturado de mierda, que tienen descargas explosivas de cólera (acting out) sin dar señales evidentes; los hijos terminan asesinando a sus padres y hermanos; los esposos o a su pareja. El drama termina cuando ahogado en su propia m, el homicida se suicida.

En otros casos la persona parece una letrina a punto de rebalsar sin tener otro lugar a donde descargar su ira que la calle contra los peatones que tengan la mala suerte de estar en el camino de su mierda. La Teoría del Inodoro (E.C. 2004) plantea que toda persona y sociedad produce a lo largo de su vida ideas que dejan de ser útiles, recuerdos negativos, resentimientos que de no eliminarse adecuadamente se pueden volver contra sí mismo o las personas que le rodean.

La gente vive atormentada de sus recuerdos del pasado y se los pasa a los demás Todos deben contar con los mecanismos para liberar estas ideas problemáticas en lugares que no hagan daño ni causen molestia; como aprende cualquier niño a ir al baño. Unos no se dan cuenta de que producen desechos mentales, ni aprenden a manejarla, dejando sus graves secuelas en las vidas de otros. Es darse cuenta de que todos producimos desechos mentales que debe n procesarse adecuadamente. La mierda mental puede tener varias salidas: la boca que ofende, grita o denigra; el puño que golpea, los pies que patean a la víctima, el dedo que jala el gatillo disparando un arma asesina o el botón para detonar una bomba suicida en Israel o Bagdad.

La furia con que se ataca y destruye a la persona o la propiedad no se puede explicar solamente con causas racionales. En las calles no es solamente una protesta en contra del desempleo, las injusticias o el gobierno; entre los manifestantes también se infiltran personas cargadas de m, que buscan soltarla bajo cualquier pretexto. Es cuando las protestas y juegos de fútbol degeneran en vandalismo, actos de pillaje o destrucción a la propiedad, muy frecuente en el fútbol europeo con los temidos Hooligans.

Es difícil prever cuando sucederá un episodio explosivo de violencia fecal. Unos dejan pistas en Internet, e-mail, Talk o Reality Shows, Facebook en los chats, blogs, mensajes de texto o en las comunidades electrónicas; unos ya notan los signos preocupantes de riesgo. Se debe estimular una cultura que identifique el malestar y provea los medios de desahogo controlado. No se puede tolerar la burla de ningún tipo, fomentando el respeto a la dignidad de la persona, sin importar su raza, condición económica, orientación sexual o credo religioso.

En Japón se canaliza el enojo de los empleados golpeando monigotes que representan a sus jefes. Los hogares, oficinas o colegios deben proveer lugares privados para el desahogo o inodoros mentales que pueden ser jardines, capillas, buzones de quejas, reuniones o espacios donde se permita la expulsión controlada no letal de la cólera, y resolver los agravios en forma dialogada. Otros la canalizan en forma en arte, deporte o literatura.

Las manifestaciones populares del Primero de Mayo, los desfiles bufos como la Huelga de Dolores [en Guatemala], carnavales, juegos de fútbol, el graffiti, pintas en las paredes o el cáustico humor chapín son formas que actúan como válvulas de escape a la presión interna. Unos divulgan chismes o se dedican a hablar mal de a la gente liberando su frustración, como en el “peladero” del Parque Centenario y la URL. Otros lanzan dardos contra la foto de la suegra, pero no la matan o practican Vudú en contra del ex novio. Son prácticas sociales que pueden evitar males mayores.

Los medios de comunicación dan espacios al público para que puedan expresar su malestar en cartas o comentarios al aire. Otros que no saben o no tienen como, desahogarse, van a la cantina, o entran en procesos autodestructivos; se intoxican en su propio conflicto con alcohol o drogas. Se debe tener mucho cuidado al soltar la mierda mental, puede ser peligroso; es como la pasta dental, una vez sale del tubo es muy difícil volverla a guardar…

El conflicto entre Israel y los palestinos no se puede resolver mientras las masas sean incitadas por grupos fanáticos (Hamas y radicales judíos) a descargar su m en forma de bombas o cohetes. Mientras la región no maneje una mejor higiene mental no hay posibilidad de paz. La dificultad en resolver conflictos raciales y religiosos está en los líderes que insisten en conservar los resentimientos y odios del pasado.

La televisión, cine y videojuegos son la exaltación de la descarga fecal comercializada; su atractivo y rentabilidad está en función de que el espectador se identifica en ellos; se emociona disparando desde el “joystick” a la pantalla; que en unos casos confunde a los jóvenes y pasan la línea de la ficción a la realidad. A los productores no les importa el efecto que tenga sobre el público. Varios de los asesinos escolares eran aficionados a estos juegos.

Hace años, le expliqué la Teoría del Inodoro a una señora que trabaja en un puesto del mercado de la Placita, la entendió bien, de modo que ya no libera su enojo contra su hijo que antes maltrataba. En unas reuniones y centros de trabajo ya varios saben que no son lugares para sacar su mierda La Teoría no es compleja ni del otro mundo, es lógica y evidente

La sociedad ha fallado en su meta de crear una civilización no violenta en paz. Ha cumplido con construir los edificios más altos o desarrollar la más sofisticada tecnología. Pero en el manejo de los desechos mentales y la violencia, queda muy mal. La represión, encierro o ejecución de los violentos no resuelve el problema si familia y la sociedad no aprenden a manejar el círculo vicioso de la m. mental.

Si los padres, esposos, jóvenes o personas violentas supiesen de las consecuencias de esto, se estaría hablando de otro panorama con menos conflictos prevenibles. La perpetuación del odio racial, cultural, el recuerdo morboso de momentos dolorosos es como regurgitar la m que impide la cicatrización de las heridas. Es un interés fecal de mantener viva la culpa de las generaciones anteriores o recordar la m de otras épocas. Las conmemoraciones de eventos trágicos del pasado se deben manejar con cuidado, con espíritu de reconciliación y reconstrucción.

La educación continuada, extendida, generacional con una dinámica cultural hacia la higiene mental es una de las bases para un mundo mejor. No esclavizado de su pasado conflictivo. Desde que escribí el primer ensayo sobre la Teoría del Inodoro en 2004, unos la han tomado en serio y otros la han reído y ridiculizado como “poco científica. Sin embargo la suma de incidentes sangrientos derivados del mal manejo de la mierda sigue creciendo cada día.

Los argumentos académicos, técnicos y elegantes sobre la violencia en serie, se meten en laberintos del según…, que no aportan soluciones; prefiero el lenguaje directo, comprensible y efectivo. No se ha llegado al fondo en la cuestión de la violencia.

La historia es el registro de sociedades fallidas, erráticas en su sentido del bien y del mal; que no reconocen sus errores y los vuelven a repetir. Las escuelas, colegios y universidades no logran producir un ser humano pleno, consciente de la dignidad del prójimo. Es una meta que ninguna sociedad ha logrado. Creo en un mundo mejor, más limpio física y espiritualmente, menos violento; es cuestión de tener agallas para reconocer que todos producimos mierda mental que debe descargarse en lugares y momentos adecuados sin ofender ni lastimar a los demás.


Eso es todo amigas y amigos... Gracias como siempre a quien haya leido esto.

Tete.

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